PABLO DE JEVENOIS (Consejero Cultural de la Embajada de España en París, Francia) 09/02/2011
Estamos asistiendo con asombro en Egipto a un hecho histórico capital, la revolución del Nilo, que ha prendido como una mecha del norte al sur del país. La revolución de Egipto la están haciendo generaciones de jóvenes, que están plenamente integrados en la era moderna, en las ondas de lo virtual, ordenadores y móviles. Muchedumbres de jóvenes que, interconectados por Internet y Facebook con el resto del mundo, conocen otros sistemas políticos y otras sociedades más justas y libres. Son estos jóvenes egipcios los que se la están jugando en la calle, más allá de religiones e ideologías. Sin renunciar un ápice a su identidad, aspiran a vivir como los otros, los habitantes de la aldea global. Están ahora mismo luchando por lo que todos los pueblos han luchado alguna vez en la historia moderna. Luchan por la justicia, el reparto de riqueza, un horizonte y un futuro. Luchan precisamente por esa democracia que Occidente pregona sin descanso.
Ya no tienen vuelta atrás. El espejo de Túnez les ha dejado claro dónde está la libertad. Hasta tal punto decididos, que están dando la vida por ello. ¿Cuántos habrán de morir para que Occidente reaccione, y se involucre junto a ellos, en esta página de la historia? Egipto no quiere quedar atrapado de nuevo en el perverso esquema geopolítico regional, seguridad sin justicia social. No, el joven Egipto lo que quiere es incorporarse definitivamente al mundo contemporáneo, al de los partidos, democracia, leyes justas, trabajo, educación, salud y paz.
Occidente se equivocaría otra vez si no apoyara claramente las ansias legítimas del joven pueblo egipcio. Porque esta gran masa de jóvenes, vencidos, desorientados y sin futuro, al ver que por medios pacíficos no consiguen nada, estarían tentados a abrazar otros caminos distintos para calmar su furor y desesperanza.
¿Será capaz Occidente de traicionar sus propios ideales, y crear un monstruo político en el Nilo? ¿O ayudará a Egipto a levantarse de la postración en que se encontraba? Las páginas de la historia pasan muy rápido, y hemos de darnos prisa.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/revolucion/Nilo/avanza/elpepiopi/20110209elpepiopi_7/Tes
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