El historietista y humorista gráfico El Roto retrata con sátira la situación económica mundial ydesenmascara a los protagonistas del descalabro económico en el libro 'Viñetas para una crisis'. Este volumen incluye un conjunto de 82 ilustraciones en las que ofrece una mirada de "calma crítica" sobre las causas, consecuencias y enfermedades de nuestro tiempo.
Andrés Rábago García (Madrid, 1947), conocido por los seudónimos de Ops y El Roto en 'El País', se atreve por primera vez con un libro monográfico y, para hacer honor a su título, el autor le ha pedido a la editorial un formato "modesto, barato, con un aire de ira y combate, austero y no muy grande", según ha explicado este miércoles en la presentación. Junto con 'El libro de los desórdenes', afirma, "es el más sugestivo de los que he hecho". En palabras de El Roto, sus viñetas no pueden explicarse sin los textos que incluye en ellas, y viceversa. Sin embargo, y para ofrecer una idea del espíritu de este libro, es imprescindible citar algunas píldoras que aquí se incluyen. "Si no se puede devaluar a la moneda, habrá que devaluar a la gente" o "parecíamos más altos, pero eran alzas" son algunos ejemplos.
A pesar del pesimismo que rodea a todo lo relacionado con la crisis, las viñetas tienen como broche final un mensaje de esperanza: "Oscurece, por lo tanto amanecerá". Según ha indicado, "uno de los mayores peligros en que podemos caer es la desesperanza, porque nos dinamitaría a la hora de reaccionar". En este sentido, afirma que "las cosas no se deberían poder arreglar, sino que no deberían estar estropeadas". A su juicio, todo este sufrimiento "es innecesario". "No haría falta que todo esto hubiese pasado y lo ha hecho porque no se han atrevido a ponerle coto a los desmanes que se estaban produciendo", lamenta y exige a los gobiernos "que limiten los daños".
Uno de los problemas a los que atribuye esta situación de crisis es "la ausencia de autoridad" de los gobiernos, en los que no se da cuenta de los hechos. "Nadie se hace responsable de lo que pasa. No hay control ni nadie que coloque una cuña para evitar que la rueda siga en movimiento", ha criticado. Aunque las viñetas de este volumen pueden poseer un aire de "combate", El Roto matiza que en su trabajo existe "una voluntad de reflexión", porque "la ira no es útil, te nubla el entendimiento, así que es necesaria una calma crítica e intensa".
Sátira para destapar la verdad
El Roto huye de la risa, incluso de la "media sonrisa", porque para él este es un "mecanismo desactivador", algo que nunca ha buscado. Al contrario, se sirve de la sátira para buscar "lo escondido en el sistema", ya que "hace posible hacer transparente lo que aparece opaco". Para el dibujante, este lenguaje permite utilizar "un mínimo de palabras y un máximo de expresividad" y el espacio en blanco permite sintetizar con tinta sus ideas. En cuanto al texto, cuenta que su intención siempre es "reducirlo" todo lo posible y eliminar la "grasa" para conseguir una "transmisión directa, la máxima inmediatez y profundidad". Su mecanismo para crear viñetas comienza con la lectura de periódicos, de los que toma notas todos los días. Por ello, defiende "a ultranza" la labor de los informadores -"por supuesto, en papel"- y añade: "La prensa y el silencio son mis dos fuentes de conocimiento, son fundamentales y complementarias".
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