“Si escucháramos a los niños podríamos callar el sonido de las balas” es uno de los lemas de la Comisión Colombiana de Derechos Humanos. Inspirado por esa convicción y por su experiencia en talleres con chicos desplazados de sus casas (que se cuentan por millones), Jairo Carrillo amplía y le agrega una dimensión a su premiado corto del 2003 para darles voz a las víctimas más pequeñas del prolongado conflicto entre el ejército, la guerrilla y los paramilitares. Cuatro chicos de entre 9 y 12 años relatan cómo era su vida en el interior colombiano y cómo la violencia los expulsó hacia Bogotá: el padre de Margarita fue secuestrado; a la familia de Pepito la obligaron a abandonar su casa; Jhon perdió una mano y una pierna; Juanito marchó engañado a combatir a la selva. Mientras las voces componen un relato coral trágico y oscuro, sus historias son ilustradas con dibujos propios, animados con una sorprendente variedad de técnicas. Todo, además, sin tomar más partido que el del amor familiar y el llamado a detener toda violencia; porque, como dice uno de los chicos, “cualquier hombre armado inspira terror”. ___http://www.escribiendocine.com/peliculas/pequenas-voces
“Si escucháramos a los niños podríamos callar el sonido de las balas” es uno de los lemas de la Comisión Colombiana de Derechos Humanos. Inspirado por esa convicción y por su experiencia en talleres con chicos desplazados de sus casas (que se cuentan por millones), Jairo Carrillo amplía y le agrega una dimensión a su premiado corto del 2003 para darles voz a las víctimas más pequeñas del prolongado conflicto entre el ejército, la guerrilla y los paramilitares. Cuatro chicos de entre 9 y 12 años relatan cómo era su vida en el interior colombiano y cómo la violencia los expulsó hacia Bogotá: el padre de Margarita fue secuestrado; a la familia de Pepito la obligaron a abandonar su casa; Jhon perdió una mano y una pierna; Juanito marchó engañado a combatir a la selva. Mientras las voces componen un relato coral trágico y oscuro, sus historias son ilustradas con dibujos propios, animados con una sorprendente variedad de técnicas. Todo, además, sin tomar más partido que el del amor familiar y el llamado a detener toda violencia; porque, como dice uno de los chicos, “cualquier hombre armado inspira terror”. ___http://www.escribiendocine.com/peliculas/pequenas-voces
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